La luz del magnesio, el brillo al alba que precede al dolor;
la convergencia de las dos paralelas;
el círculo que siempre fue cuadrado,
la sombra de las hortensias sobre aquella tarima…
He extraviado, querido, las viejas coordenadas y
el nogal que acunaba los mundos que eran nuestros y
llevaste contigo de regreso a la tierra…
Vas por delante, yo sigo ciego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario